Alfredo Ulises Ortiz Castellanos

Desconocida

No te conozco y sin embargo
tus ojos parecen conocerme,
me miran desde lejos pero no distantes,
como queriendo acercarse,
como queriendo que penetre en sus pupilas.
Yo también te observo,
y en tus ojos te hago conocida,
conozco tu pasado,
tu presente
y tus intenciones.
Veo rojo en tu miel
dulce y peligrosa,
fuego y sangre en tu mirada
que me observa,
y calla,
y me vuelve a observar,
y grita!
Yo escucho,
y te miro y te respondo
desde adentro,
en donde encuentro tu alma
ya desnuda y conocida.