Iris Lugo

SENTIMIENTO DIVINO

Mírame, mi Señor que yo te miro.
Abrázame Señor que yo te abrazo.
Mírame de nuevo Señor,
y déjame amarte.

Ámame Señor, que muero luego
y no quiero morir sin haberte dicho
lo mucho que te quiero.
Recíbeme Señor cuando yo muera,
en las maravillas del hermoso cielo
que un día prometiste.
Y ya junto a ti con un abrazo
poder decirte
¡Mi Señor cuánto te quiero!