No persigas hoy mis caderas,
ni menos indagar en mi caverna,
acaricia la melodía que suavecita
se escucha en mi corazón,
pon atención en sus acordes,
toca con delicadeza sus fantasías,
dale alegría al hemisferio en el que lloviendo esta de tristeza,
por la falta de tus besos.
Que no sea hoy el deseo, la lujuria,
y el desespero de cabalgar en tu hombría,
tal vez el de navegar en mi humedad,
el que una nuestros cuerpos.
¡Hoy ese amor no!
No invoques mi carne,
no transites con tu dedo
aquello que en este segundo no vas contemplar.
Urdida de desespero
mis ideas requieren consuelo,
un poco de seguridad.
De sentir que el amor penetra en ese miedo
que tal vez me quieras dejar.
Átame, ánclame a tu existencia,
qué sea el faro que guía tu vida,
grita que me necesitas,
qué sin mí tu vida sería un caos total.
Hazme el amor cuando me veas dormir,
cuando acaricies mi cabello,
al hablar de mí con orgullo,
cuando me haces saber que me extrañas,
qué sin querer piensas en mí.
Cuídame para que mañana no sea un recuerdo,
porque entre recuerdos nos podemos morir.
Y al ver que no estoy a tu lado
sera tu guitarra la que cante
cuanto me necesitas hoy en ti.
LoreCruz
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2017