rosamaritza

UNA MENTE AVENTURADA (parte 1)

Allá, tan lejos como puedas imaginar, dentro de un mundo visible, existe un lugar casi invisible. Un joven sube a la torre y acciona con fuerza el campanario, llamando a todos a la misa dominical.  Entre las calles de tierra algunos aldeanos caminan descalzos con vestiduras gastadas por el tiempo, y otros con la mejor gala guardada para la ocasión.  –“¿Escucharon las campanas?  –“Si mamá, ve tu adelante en breve les alcanzamos”. –“Hermana a que esperas, ya escuchaste a mamá, ¿Qué haces con esa maleta?.  –“Me voy, y no preguntes a donde por que ni yo misma lo se, lo que si se, es que ahora mismo necesito un cambio en mi vida, y aquí es imposible lograrlo, donde quiera que dirijo una mirada, se repite la imagen una y otra vez”. –“Espera abre la maleta, también me voy”.  Y aquella mañana muy temprano con un equipaje lleno de sueños, las dos hermanas esperaban en la carretera el único autobús que pasa todos los días a la misma hora, con destino a la estación del tren.  Era ya media noche cuando llegaron a la ciudad mas próxima, tras el cansancio de un largo viaje deciden esperar que aclare el día en la terminal.  Mientras una familia las extrañaba, cada domingo rezaban para que su Dios les cuidara.   –“Lucy ya amaneció, vamos directo a un bar restaurant, allí necesitan empleados y esas somos tu y yo”.  –“¿Pero como lo sabes Lalà?, ni siquiera conocemos la ciudad. –“ Con esa actitud no llegaras ni a la esquina, y no te hagas tantas preguntas y  confía en que todo ha de salir bien”. –“La verdad Lalà, que siempre fuiste muy osada, y es lo que mas admiro de ti”. –“Ya Lucy que tu también tienes lo tuyo, mas de una vez me has hecho reflexionar sobre mis pasos, recuerdas el chico aquel del pueblo que tanto me gustaba, pues gracias a ti no me entregue a la pasión del momento, pues en ese caso esta aventura no hubiese sido posible, y ya estaría yo igual a mamá, llena de hijos y sin la remota esperanza de  conocer el mundo donde vivimos, pero eso si tengo algo que reconocer, a nuestros padres les sobra amor para compartir en familia, y ellos siempre nos dieron lo mejor de si mismos, considerando el mucho o poco conocimiento de la experiencia de vida de cada quien”.   Avanzaron entre una gran cantidad de personas que se desplazan a sus labores cotidianas un día lunes por la mañana, se detienen a las puertas de un bar restaurant, y leen un anuncio en la vidriera “solicitamos personal”…

 

Y la vida continúa…