Eduardo Antonio Taborda

LA OSTRA Y LA PERLA

 

 

Sumergida en lo más profundo

la arena  golpea sus adentros

duele en un silencio agonizante

abanico en campos de algas

la vida que sobrevive en su belleza;

 

¿ qué tanto golpeas su corazón para con su sangre hacer que brille la gema?

Nácar de sueños dormidos…

 y en despertares quietos

los días que trascurren

impávida mirada de los peces

que van y vienen;

 

dolor siente la ostra

en su interior se forma la perla

que llora envuelta en nácar…

nácar que brilla y asombra;

 

sentimientos

un destino

y un cuerpo inmóvil

ante tanta soledad;

las perlas lloran en el mar

cubiertas por montañas de arena

el cielo es tan distante

y la nada se acerca a la muerte

como la soledad del entorno

y el negarse a la imaginación

de la vida.

 

Duele la perla en llanto…

y llorando brilla envuelta

envuelta en nácar.

Eduardo  Antonio Taborda