BambĂș

La mariposa pudo elegir

Pudiendo elegir la serena meseta,

Se lanzó al abismo de la sombra espesa.

Pudiendo elegir jardines la mariposa

eligió los cardos nacidos entre las rocas.

Pudiendo elegir la mariposa

el azul del cielo y la blanca rosa

eligió los oscuros musgos de una fría poza.

Y pudiendo, pudiendo

elegir el limbo, la mariposa eligió el infierno,

donde quemó su ropa.

Ahora queda apenas

El polvo brillante de sus alas bellas

Y las lágrimas mías con que enjugar sus penas.