Un aire silente esparce su aroma marino entre las rocas, y un rio crecido revienta de improviso entre sus olas. Escuchan un zumbido cual onda eléctrica entrando en tantos sueños, bajo un torrencial aguacero corren sin parar hasta lograr alcanzar una cima, respiran y expiran tras el cansancio y el impacto de aquel sobresalto, mientras piensan en la fuerza de la naturaleza que es capaz de crear, destruir y resurgir una y otra, y otra vez. La fuerza de un tsunami arraso casi todo a su paso. De vuelta otra vez entre la reacción de la naturaleza humana que siempre les acompaña para resurgir cada vez, vuelve a ver la natura reverdecer al igual que ella y él.///
Y la vida continúa…