MANZANILLA

MI AMIGO EL GRILLO...

Es de color negro, con ribetes dorados

¡ Pero que bien canta ! Y sin garganta

vive en cualquier lado, pero le gustan

los arroyos y el treból, lo recuerdo

cuando hacían al atardecer una orquesta

en el arroyo que pasaba cerca de mi casa

los chiquíllos íbamos a cogerlos para

encerrarlos en una caja con agujeros

y aún así en la cárcel cantaban

¡ Bendito sonajero !  ¡ Cuanto alegraba !

En el patio entre los geráneos había también

yo los quería y los cuidaba, les echaba de comer

su canto me alegraba y aún hoy que casi no quedan

los escucho en el tono del móvil ¡ Donde hemos llegado !

Ahora hasta los grillos están enlatados

el hombre acaba con todo, hasta con su vida

los arroyos y los ríos ya no tienen ranas ni grillos

todo está en silencio, con lo bonito que era...

Adiós a las primaveras y al verano, se acabó

su dulce cantar, todo lo matamos...

Mi amigo el grillo, siempre vestido de frac

tan elegante, claro, trabajaba de tenor

en el gran teatro, todos los días había función

hasta que cerrarón ¡ Por defunción !

¡ De los artistas, claro !