Edmundo Onofre

ROMA

ROMA

 

Rómulo, Remo... Roma.

Sabor a antiguo, Roma.

Roma, la romántica;

la refrescada por el Tiber:

tu  laureola.

Roma, la de los césares,

la imperial, la antigua,

la actual.

Roma, la grande.

 

Recuerdos, pasados... Roma,

la que al palpar nuestros pasos

por tus estrechas calles,

por tus mosaicos empedrados

traspasas tu energía acumulada

de tanta cultura, de tanta gente

que sobre ti has allegado.

Vías que llevan por tus colinas,

callejuelas angostas, escalonadas

permitiendo tocar tu alma.

Puentes empinados sobre el cauce;

ribera  romántica, de pétreo dibujada.

 

Tu aroma a vino envejecido

embruja al que te  visita,

no sintiéndose cansancio

al recorrer tus sendas tan andadas.

 

Arquitectura que te delata  vetusta,

a cada momento, en cada rincón.

Obra de arte monumental...

Obras de artes a cada paso que se da.

Roma sagrada

Roma artística

Roma histórica...

Muchas Romas en ti;

por esto eres:

¡La Roma!

y sobre ti te embellecen

caprichosas calles, vías,

fuentes, iglesias, museos,

escalinatas, colinas, plazas...

Todo habla de tu cultura

finamente socializada.

Tu generosa mesa,

tan exquisita.

Para qué hablar de tu elegancia.

 

Roma.

 ¡La Roma!

Arrivederci.