En soledad pasó su adolescencia
 llamándolo al cariño con constancia
 pero la vida fue sorda en su esencia
con locura de lágrimas. Apariencia.
Los bellos querubines de pureza
escaparon... La calle con la droga 
fue casa abandonada, sin belleza.
Y el dolor una daga que la ahoga.
De pronto un haz de luz del universo
a la niña sumida en la tristeza.
Llegaron las palabras en el verso 
Llenó con la alegría en su cabeza.
Vamos Sofía, senda de palabras
 serán la salvación cuando las abras.