Alberto Escobar

Tolerancia

La tolerancia es otra palabra para la indiferencia.

 William Somerset Maugham

 

 

 

 

Tolerancia, que te muestras reacia a manifestarte.
Eres la única magia de la que disponemos para
convivir en paz y armonía.

La única fuerza capaz de contrarrestar la devastación
de la Tierra por la gigante roja en la que se convertirá
el Sol es el Amor, pero no un amor cualquiera, como
el de papel cuché que brilla en el celuloide, sino un
amor con mayúsculas, que arrase cual agujero negro
que irrumpa apocalíptico.

Precisamos atarnos por la fibra que los seres humanos,
más allá de los colores que nos adornan, alojamos en
nuestros corazones para salvar nuestra especie de la
barbarie.

La esencialidad a la que invoca el radicalismo es una
justificación necesaria a las vidas que lo preconizan,
porque han sido engendrados por y para militar en el
ejército del odio, como peones camineros de altas
instancias que brillan por su supina vileza.

Nuestros cuerpos son meros contenedores, no tienen
más valor que el del contenido que albergan, y por
dentro no hay colores, ni rasgos distintivos que nos
delaten ante el prejuicio. Solo hay sangre, arterias,
músculo y sentimiento.

Quiero proponer a los prebostes que manejan cual 
títeres los nervios de este mundo que renieguen del 
verde del vil metal y recurran a ellos mismos, porque
ellos son como tu y yo, aunque se revistan de supuesta
inhumanidad para arrostrar sus arduos cometidos.

Ellos también se derramarán sobre la posteridad en 
hijos y nietos, y tienen la extraordinaria oportunidad de 
de reivindicarse ante Dios, que reside en un rincón de
sus conciencias, y de las nuestras.