Te anhelo,
de una manera enigmática, indecible, y hasta paradójica.
Te anhelo,
Incluso con mis desapegos y dudas…
Te anhelo...
con lo contrapuesto de mi espíritu,
con las cuitas de la eventualidad,
con el complot incesante del suspiro…
Te anhelo...
Cuando decido no escribirte…
Cuando descubro tú impetuoso y tierno bailar…
Hasta cuando busco motivos recónditos para olvidarte
elaboro ideas, para ambicionarte más y más.
Te anhelo...
sin deliberar, inconscientemente, espontáneamente,
por inclinación, por arrastre, irracionalmente..
Te anhelo,
con mi cuerpo que no piensa, con
esté pedazo de corazón que no resuelve,
con un discernimiento que se ensombrece
Te anhelo
sencillamente, porque te anhelo, y lo peor de todo, es que ni yo mismo sé…
…por qué te anhelo.