Enrique del Nilo

ESPUELAS... pa qué?

 

 

 

Y de ahí!!!

¡un jinete sin espuelas!

es como mascar

sin las muelas

 

Ante la carcajada

que aquella afrenta arrastraba

el horno abrió la boca con asombro,

el alero se agachó el sombrero

y empujó mis pupilas

a perseguir mis talones

que desnudos acariciaban los ijares

de mi retozona cabalgadura

 

Bea señor,

lancé como una riata

para aquietar un insulto

que se asomaba a las trancas

de mis dientes

para saltar al ruedo a retobar

 

Si Dios cuando me creó

me hubiera querido con espuelas

me las habría dado como al gallo…

 

Yo para montar un potro

y hacerlo arrancar de un paso lento,

a un trote acompasado,

o lanzarlo a un galope

que ni el viento no pueda alcanzarlo,

para luego refrenarlo

plantarlo como una estatua

que adora el viento y el sol,

no necesito artilugios

o azotarle las ancas,

para qué causarle dolor(?)

si basta una suave caricia

de mi calloso talón

para que él sepa que ya somos uno,

renunciado él a ser dos

por su amor y mi caricia

y no por causarle dolor

 

Y si acaso fueran

para avisar al vecindario de mi paso

prefiero dejar pintadas

mis huellas sobre la senda

con el sudor o sangre que destilan,

que herir el viento con mi chirriar

para que cuando

mi paso me aleje

nadie recuerde de mi pasar

 

La botella hizo una reverencia

y depositó en un vaso

el aguardiente que sosiega

el fuego que por dentro amenaza

incendiar los infiernos de mi alma