Despertó la primavera
 todo arrebato, exaltación
 mariposas aleteando
 en el interior 
 aplacadas tan solo
 con la anhelada presencia.
 Pero las estaciones pasan
 y pasa también la fiebre.
 Llegan las lluvias, las tormentas
 la mirada se apaga
 y las mariposas 
 se agolpan en los labios,
 conteniendo el éxodo
 de un espejismo.