Este es el último adiós,
esta es la última carta,
es el último poema.
Es para ti,
Sólo y todo... para ti.
He masacrado lo único que quedaba de mi.
He masacrado todo por ti.
He escrito todo por ti.
He llorado todo por ti.
He aguantado todo por ti.
He sufrido todo por ti.
Deje de escribirle a todo,
sólo a ti escribí.
Todo por y para ti,
¿Pero y para mi?
Para mí, yo nunca valí.
Jamás alcanzarías a hacer la mitad de lo que por ti haría
Mataría,
Abandonaría,
Querría,
Amaría,
Aguantaría.
Hasta cierto punto.
Odiaba partes de mi, ahora odio todo de mi.
Es odiarme, para amarte.
No me puedo amar, si te amo.
No te puedo amar, si me amo.
Elegí amarte, aguantarte, ¡a ti!
No a los demás, sino a ti.
No puedo soportar algo que no amo.
¡Sólo a ti!
No me soporto, no soporto a la gente.
Este es el único adiós que te daré.
Desde hoy y para siempre,
vuelvo a dedicarme a mis letras,
este es el único adiós, pero no las únicas lágrimas.
¡Como te amo!
pero no me quedaré en desagrado.
Sin ti puedo vivir, pero diablos ¡que no quiero!
No quiero estar sin ti.
Mis manos lloran letras imaginándote en otras.
Son egoístas.
vaya, vaya, no me soporto.
Te quiero a mi lado, pero le soporto.
De mi memoria nunca saldrías,
me cuesta amarme,
prefiero amarte.
Hasta que no logre amarme, no podré dejar de amarte.
Pero, es que es más fácil odiarme.
Entre más me odio, más te amo.
Me odio por amarte tanto.
Me has condenado a un amor maldito.
Es el último adiós,
no te quiero llorar,
no te quiero olvidar,
pero, Adiós.