Perderla no sirve de nada, ni en los peores momentos, sueño con tenerla siempre pegada a mi piel y quién sabe si quizás alguna vez lo consiga. Amarse a uno mismo la puede animar a permanecer a nuestro lado, y como nos ayuda a lidiar con los reveses de la vida.
Lo que tenga que ser será por mucho que intentemos cambiar las cosas un setenta y cinco por ciento de lo que nos va a ocurrir está en manos del destino. Nosotros solo podemos comprar el billete que nos toque o no, lo decide el azar. Podemos seleccionar lo que comemos, hacer una vida saludable, con todo y con eso nada nos garantiza, que no enfermemos.
Cada vez hay más factores ambientales que pueden interferir en nuestras células. Por eso es bueno alejarse de vez en cuando de la ciudad y pisar la tierra. Si hay algo que tengo muy claro es que cuanto más lejos se huye de las luces de neón, más se aprecia la luz de la luna y las estrellas.