Marilia Peceros

REMEMBRANZA

 

 

 

 En el invierno,

durante las primeras horas de la mañana,

 las bicicletas con sus canastos abarrotados de pan

 cruzan la calzada, con sus timbres se abren paso

 entre los camiones.

 

Los cuidadores de perros se mezclan entre la multitud,

y los conserjes presurosos por limpiar el frontis de los

edificios, se menean junto a sus escobas. 

 

 Ya en Corrientes, 

el olor inconfundible que brota de las confiterías

te anuncian que las primeras facturas están horneadas.

 

Los Kioskos cuelgan los periódicos del día,

y los primeros lectores acuden con sus mates.

 

Así trascurre la rutina matutina bonaerense.