Jose Luis Posa Lozano

ROMANCE DE LA NIÑA AMANTE

La noche estaba dormida

el cielo estaba sereno,

los ojos de las estrellas

guiñaban a los luceros

¡Cuanto te quiero mi niña!

¡Mi niña, cuanto te quiero!

 

Los grillos piropeaban

la luna, que allá a lo lejos

nacía como una Venus

de un lecho de mar y fuego

¡Cuanto te quiero chiquilla!

¡chiquilla, cuanto te quiero!

 

Por un momento en la noche

los grillos enmudecieron

borráronse las estrellas

y entre los dos, nació un beso

¡Cuanto te quise pequeña,

y tan poquito te quiero

que sueño con despertarme

enroscadito en tu cuerpo!