huertero

Volver.

Resecos, resoplando nos quedamos
cantando con el intento en
la boca seca de tantos ecos.
He de andar caminos, en venas de polvo.
El silencio duerme en carnavales de vino
y remolinos de brasas.
Muero a mitad de cada noche integra
en charcos de silbidos de
 ajares de huesos rotos.
Cuelga una luna roja encendida por
las ramas de gargantas milenaria.
He de llorarlos con los ojos de los sueños
con las raíces de las fogatas
sobrevivientes  del invierno.
Cuelgan sonámbulas las zambas y
los pañuelos donde crecen los lapachos rosados.
Ahora que viste mi silencio de ojos de musgo
de verde viento solemne.
He de regresarme a la puna de tus besos...