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Sin las gracias prudentes,
de una buena educación,
es la ingratitud inconsciente,
de distracciones fijas sin huellas inconclusas,
y das un imborrable momento,
cuando se da el tormento,
de una ingrata actitud,
cuando con exactitud,
se deleita un eterno favor,
y se da con dolor,
una fuente de energía,
como la del sol,
y sin control,
no se dice gracias,
como la mala educación,
de un buen tiempo,
sin esas gracias…
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