Libre como los juncos en la correntería 
 de los senderos por donde se fue el otoño.
 Libre como los rincones de la noche envejecida
 cuando el aire es descifrado por niños perdidos.
Libre por las tardes a la espera del desandar
 este camino de olvidos.
Regreso todos los días como el sol
 en las arterias de los árboles que
  cobijan a las piedras de la llovizna.
 Libre como la espera arenosa.
Como el viento y la sombra
 Los caminos y los nidos dormidos.
 Las voces sueltas en las vueltas de la madrugada
 Libre como la amarillenta luna 
desflecándose en un abracadabra.