Hector Adolfo Campa

Barniz

Barnizo todas las noches a mi alma

con aquellos amigos perdidos,

con los amores extraviados,

los cigarros consumidos por la pena,

el alcohol evaporando en mis venas;

barniz que protege mi carcasa de fino hilo;

barniz rebajado con sueños guagiros,

ideas jamás consumadas,

éxitos y fracasos entreversados,

como piernas tras el sexo de seres no enamorados.

 

Mañana puede que llueva,

quizás deba darle una capa más.

Debo evitar las goteras,

el alma húmeda se tiende a hinchar.