Peniel Ramirez

Bemol del borde de la vida

Pródiga esta alma en que no creo
-para facilitar explicarme-
Vuelve al cuerpo.

Horas antes...

A tientas y a oscuras, 65
juntando con escotoma,
añicos de mi mismo;
Como rompecabezas incompleto,
de dos piezas,
cuando una pieza
eres tú.

Amilanado de certidumbres
y gaznate anudado;
con flama de miedos dentro
y aterrado...

Frente a presagios
que no se aceptan,
que no se aceptan,
que no se aceptan.

Estaban enfundados, como para llevar, sin advertencia de FRAGILE
y sin el mágico eco del \"te amo\",
luego de la inminencia del martillazo
y el acta redactada,
con el jurado saliendo y ya conversando de otros temas:

   los víveres, el cable,
   el café, las leches y mi amor.