Dicen que la vida es como un río,
y que las personas son parte de su caudal;
a veces me gustaría que fuera como un lago,
para que no te tengas que marchar.
Pero se que es imposible,
si el agua se estanca empieza a saber mal,
en cambio si aunque duela fluye,
los paisajes diversos más fresca la volverán.
Empaparé mi cuerpo entero
con el frescor que tu paisaje al agua le da,
pues si el caudal cambia de rumbo
quien sabe a dónde me llevará
Y si es que por desiertos me arrastrara,
sé que el fluir otros frescores me traerá,
y quién sabe si en la desembocadura,
nos reencontremos para siempre
siendo tu brisa y yo mar.
Mabel Ulloa Cervantes