Romina Daniela

Sí, me enamoré de ti,

aquella madrugada fría de junio,

cuando nuestras almas en absoluta comunión se vieron.

Sí, me enamoré de ti,

mi hermoso poeta de las flores,

mi eterno caminante de armadura de coral,

mi hermosa voz en el teléfono.

mi compañero de distancia,

mi amante en secreto.

Sí, me enamoré de ti,

y no puedo imaginar la primavera que florecerá el día del encuentro,

con mis jazmines y tus amapolas,

con tus lirios y mis malvones.

Sí, me enamoré de ti,

tus tiernos ojos de poeta enamorado

me inmortalizaron más de una vez en poemas,

en letras, en pensamientos, en deseos.

Sí, me enamoré de ti,

yo que creí que el invierno llegaría sin golondrinas a mi puerta,

y con tu amor abriste puertas y ventanas corroídas por el olvido.

Sí, me enamoré de ti,

de tu dulzura, de tu ternura, de tus verdades, de tus manías,

de tu hermosa forma de enamorarme todos los días.                 

Sí, mi amor, me enamoré de ti,

Y sé que no puedo ser feliz más que amándote.