Desde el sur, Pampa ardiente, Gauchos puros de civilización.
Entre lágrimas y mates, las horas en vela, el ansia y nuestros miedos.
Luz, sombra, abandonados a suerte; sorprendidos por la vida en la misma cama, soñaba, te despedías, me amabas en la inminente despedida.
Tú, lírica de Silvio, mejor poema de este siglo, tiempo indetenible; yo te amaba, nacimos improntos en ciber como gotas de lluvia en madrugada para desdibujar el palpito del eco en tu voz.
Sur, té de hierba y años, ternura voraz, distancia maldita de ilusión, aurora que marchita al partir en tus labios, aquella frase nuestra...
“El año que viene, en el mismo lugar, a la misma hora”.
Χείρων