Marilia Peceros

NOCHES GIGANTES

 

 

Llevo despierta hace tanto

y nunca vi noches tan gigantes

con amaneceres tan lejanos.

 

     Mis movimientos son tan torpes

como un cadáver que flota,

el apetito ha decaído, y

bebo agua tanto como respiro.

 

He encendido el sahumerio buscando

redimir mis sentidos

y trascender

un poco más alto de este piso donde vivo.

 

Escucho el sonido de tu corazón

golpeando tú pecho,

mis sentidos están tan vivos,

y tú estás tan quieto.