Teodocio Potes

HERRAMIENTA EN MANO

Desde esta fría mesa de trabajo

un pensamiento por mi mente pasa

que te recuerda a ti de arriba abajo

y me hace desear tu ardiente masa.

Con mis recuerdos liberados en el viento

y en mi mano un destornillador estriado

sobre el bruñido banco polvoriento

garrapateo su sonoro nombre amado.

Transformando voy el ronquido de motores

en agradables y románticas canciones

para evocar tus zonas inferiores

que estimulen mi mente con muchas emociones.

Ojeando al soslayo a mis costados

para evitar a mi jefe furibundo

me imagino a los dos bien abrazados

tal cual abordamos este mundo.

Pero que tonto es esto lo que pienso

si en el taller estoy, cosa no puedo,

distinta del trabajo hacer, ¡ que menso !

que trabajar y sudar con gran denuedo.

Porque así la circunstancia obliga

hay que sacrificar nuestros deseos

para poder llenar nuestra barriga.