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A VECES LAS MIRADAS... (SONETO ALEJANDRINO)

 

 

A VECES LAS MIRADAS...


A veces las miradas se nos tornan puñales,
hirientes como dagas traspasan nuestra piel
hasta lo más profundo; como un río de hiel...
para dejar el alma ensartada en sus males.

A veces las miradas brillan como canchales
en días de verano, dorados como miel.
Y nos llena de vida la mirada de aquel
que nos viste de amor y de dicha a raudales.

Yo no quiero miradas que me hieran el alma,
las quiero como espejo de cariño y de calma
de dulzura infinita y de amor sin medida...

Si alumbras mi camino con tus bellos luceros
colgaré de su luz, amorosos te quieros
y tendrás mi mirada a la tuya rendida.