Alberto Escobar

Escaparates

 

 

El mundo empezó sin el hombre y acabará sin él.

Levi Strausse

 

 

 

 

 


Dicen los sabios que la vida fue un accidente.

 

Abro la puerta de la calle para abrirme a
la brisa de la mañana.
Es la madrugada menos cuarto del alba.
Mi paso hacia lo acostumbrado es firme.
He descansado lo justo, el sueño duerme.
Me he lavado el cansancio con jabón de
color rosa, me visto de obligación azul.

Giro la mirada hacia los escaparates que
me hablan, me enseñan lo que me sobra, 
me muestran mi reflejo inane por fuera y 
océano por dentro, me ofrecen la imagen 
de lo que pienso..., y sim embargo existo...

Soy cifra de la fortuna de ser humano, de
ser único y no ser nada en este universo.

Sonrío a los mercaderes al llegar al templo,
asiento al bramar de sus tratos en lo sacro
de sus cuatro paredes, yo no soy Dios ni el
ungido, solo soy una casualidad, soy algo
que ha sido sobrepuesto en esta tierra por
algún motivo que no acierto a comprender.

Salgo de lo que me permite el pan con el
anhelo de poner el alma a barlovento.
Me cuezo en mi antinomia de corazón y
razón, pierdo el oremus en el discurso
del nihilismo.Voluntad de poder.


(véase Nietzsche)


Respiro sin oxígeno a la vista.
Pongo mi hígado en remojo, arriesgo
mi juventud al embate de los vientos.

Calma chicha, suelto amarras.

Quedan Botellas de champán en la 
nevera de la gana helada de sentir.