Caramelo de Ricina

Tuya

Un viento anabático

y forastero

me deshoja 

en la habitación de Baco.

 

Intento en vano

desviar la ruta de sus impulsos 

hacia una cordura inexistente, 

decencia líquida.

 

Su cuerpo: 

el viñedo de la desmoralización 

y

mi ecuador.