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DIARIO DE UN ORDENADOR EN DESORDEN (parte 11)

 

El mundo sigue su curso, mientras que en algún que otro país una línea imaginaria cada vez mas extinta se interpone entre la paz o la guerra. Entre tanto en un punto del mapa, personajes de nuestra historia enfrentan momentos que les deparo la vida sin aviso y sin protesto. Tal  es el caso de Jony el empresario, (tras su secuestro, que solo obedece asuntos del gobierno de turno) Cheo, el amigo de este, ha sido elegido bajo presión del estado, a realizar lo imposible para salvar su país (en relación al salvoconducto, que permita la salida ilesa de la familia presidencial a otro país).   Mientras que en otras esferas negocian lo que se esta cocinando a nivel internacional.  Sin embargo siguen intentando negociar gobierno y oposición, y así evitar lo que a nadie conviene.  Ya basta de tantas muertes inocentes de ambos bandos, que solo ocasionan tristeza y dolor.  Por su parte Leonardo en la ausencia obligada de Jony, (quien se encuentra bajo secuestro) resguarda en lo posible las propiedades de su amigo, ya que Jony deposito toda su confianza en él, rescatándolo de una clínica de recuperación por drogadicción.   Leonardo, observa con horror incendios supuestamente accidentales, que destruyen todo a su paso (fatalidad que una vez se produjera en la casa materna, ocasionando la muerte de sus familiares).  En el sector 2, Lisa consuela a su amiga tras la muerte de Juan, quien al recibir en el pecho un impacto de arma de fuego fue imposible salvarle la vida.  Roy el escritor en el silencio de su hogar, observa tras el cristal de la ventana los pinos que bordean la residencia, ahora cubiertos por una ligera neblina que no es mas que el humo de bombas lacrimógenas, y divagando piensa en los cambios que nos presenta la vida, ayer para él y sus amigos, todo era paz y amor, mientras que hoy todo es confusión entre la cruel incertidumbre que le roba la calma, al no imaginar siquiera el desenlace de su historia.  ///

 

Y la vida continúa …