Santiago Miranda

Ocaso

 

Derrocado el sol por costumbre
No hubo funeral apropiado
Afuera, todos apuran el paso
Para guarecerse del hambre y sus deberes

Quien recuerda ahora el brillo?
El sol no fue sino una mitología
Yo recuerdo el límite de esta bóveda
Tan limitada como mi profunda herida


Hay mañana no hay mañana
Se dicen unos a otros los misterios
La pregunta ha sido disuelta por la sombría 
puerta onírica que veo extenderse abierta a lo lejos