Romina Daniela

Vida Mía

Sus ojos, Oh! Maravilla de la creación,

iluminaba con su luz el infinito de la vida.

Perpetrador silencio, esta extraña ilusión,

invadida de recuerdos, con el alma herida.

 

Mañana será otro día, ¡vida mía!

Absurdas palabras, infamia infinita.

La muerte es testigo de esta agonía,

no van a arrancarte, ¡vida bendita!

 

La negra noche aun no llega,

amarga ventura, Oh! nube negra.

El brillo de tus ojos aún me pega.

Adiós, para siempre, ¡adiós!, que alegra.