¿Hacia dónde nos conduce el amor fraternal?
“Déjalo Ser”
Cuando el amor es humilde pero sincero,
el alma se regocija ante los más pequeños detalles
que le hacen inmensamente feliz,
y, por ende, más fuerte y duradero.
Cuando el amor es feliz y humanamente verdadero,
el espíritu se vuelca a dar de sí sus virtudes
que le pemitan irradiar bondad y prosperidad,
y, conquistar unidos sus más caros anhelos.
Cuando el amor es inmensamente bueno
no sabe de cadenas que le aprisionen
ni de crueldad, ni de ignominia hacia el prójimo
pues nunca asumirá el rol de carcelero.
Cuando el amor es justo y buen consejero
aparece para hacer frente al odio
pues la violencia no es el remedio,
con él, la paz y no con actos guerreros.
Cuando el amor cree en la digna libertad,
la fe y la convicción en un mundo mejor
aparecerá radiante en el amplio cielo
como dulce invitación a nuevos derroteros.
Cuando el amor, de fe y confianza está lleno,
lleva al alma a la más grande empresa
y proyecto que pueda cumplir en la vida:
Seguir los pasos de Jesús El Nazareno.
Hermes Varillas Labrador
205
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10200765161865839&set=a.2482404013892.133510.1066336291&type=1&theater