alejandro guardiola

MI MANO

Con mi mano entre su pecho

y sus labios en mi boca

fuimos gozando en el lecho

con ansías que eso provoca

 

Y nos dimos tantos besos

de caricias un montón

que quedamos tan espesos

como si fuera un frontón

 

Se hizo pronto de noche

sin apenas darnos cuenta

porque entre pecho y derroche

la caricia estaba atenta

 

Al llegar la madrugada

el estómago se quejaba

más siguió la cacicada

pues la mano no faltaba

 

Ya cansados del trabajo

quedamos por fin dormidos

ella encima, yo debajo

con los cuerpos exprimidos