De Molina

Sollozos finales

Por aquellas almas entregadas
al más agudo dolor;
por los corazones ignorados,
¡Malo es el amor!

Por las lágrimas derramadas
del ingenuo soñador;
por esas rosas ya marchitas
pese a su intención;

por las noches serenas
que hechiza una canción;
por las promesas de ella,
¡Malo es el amor!

Por las palabras calladas
víctimas de sumisión;
por la ceguez enamorada
que es una maldición;

por el olvido de la ingrata
que mezquina su calor;
por la mente equivocada,
¡Malo es el amor!

Por las escenas deseadas
y un beso de ilusión;
por las manos unidas
durante poca duración;

por las falsas esperanzas
y la inútil oración;
por los fugaces amantes,
¡Malo es el amor!