Un año más en tu existencia, hermana.
La vida pasa, sin darnos cuenta
de la celeridad que año a año
quieren ganar la mayoría
para ser máximos en cantidad.
Hemos vivido junto
a nuestros padres y hermanos décadas
de esplendor y también de tristezas.
Como hermanos, sólo tú y yo
hemos quedado.
Nuestros padres y hermanos,
de los cinco que éramos,
están junto a Dios,
allá, muy lejos en distancia...
Pero que siempre guardamos en nuestro corazón.
Ya muchas décadas de vida tenemos.
Y en unos breves meses
nos ha de llegar Diciembre.
Hermana, sangre de mi sangre.
Recuerdo cuando eras una bebé.
Hago reminiscencia de nuestras travesuras,
unidos a nuestros hermanos.
De niña fuiste una muy buena hermana.
Una muy buena amiga.
Una excelente hija.
Una muy buena estudiante.
Eras... la gran amiga de tus amigas,
como hasta hoy lo eres.
Todas tus amistades te aman por lo que eres.
Tu simpatía y cordialidad,
tu comprensión, y tu gran amor demostrado
hacia quienes se lo merecen,
como a los que no.
No puedo dejar de recordar
el día que naciste,
aquel 14 de Julio de 1944.
Éramos cuatro hermanos.
Nuestros padres esperaban la llegada de una nena.
Como nuestros tíos y nuestros abuelos maternos.
Los paternos ya habían fallecido.
Abuelo comentó a sus hijos, nuestros tíos,
que había nacido otro varón.
Y yo, presente allí comenté
que no eras un varón, sino una nena.
¡Qué flor de cachetada me dio nuestro abuelo!
Mintió, para que después fuese más sorpresivo
tu nacimiento... de niña mimada.
Todavía me duele esa cachetada.
No... es una broma...
Abuelo después se disculpó.
Han pasado muchas décadas,
y aquí estamos, Marta,
querida y amada hermana.
Con penas, tristezas... y al mismo tiempo alegría
de seguir unidos y con vida...
¡FELIZ CUMPLEAÑOS HERMANA!
12/07/2017