Nitsuki Ezequiel.

Un Rey Sin Su Reina.

Entre estos rincones se oye el lamento de una alma que perdió lo que mas amaba en este mundo.

La ausencia de su dama se hace mas evidente cada amanecer que despierta  siente  tristeza y  ausencia, le reza a su difunta cada mañana.

Se siente solo y desgraciado encerrado en su cuarto vacío cargando con la pena encima, con el dolor en lo profundo de su corazón que perdió la razón de latir.

Le lastima saber que pasara el resto de su vida con la soledad esperando con ansias el día en que la volverá a ver.

Entre sus estelas y la oscuridad se encuentra admira el cielo opaco en busca de su ángel perdido no la encuentra.

En su decepción, se recuesta en un profundo silencio donde las palabras callan y el silencio sesa donde la obscuridad abunda y las sombras reinan.

Se acuesta en su lecho por las noches, entre el silencio que lo deprime porque el la extraña, siente nostalgia que fue lo que lleno su desbordado vacío. Cierra los ojos, su cuerpo se relaja el viento sopla, las cortinas de las ventanas se mueven al ritmo del viento. 

El aliento del hombre se hace más debíl su corazón comienza a latir despacio siente frío se tapa más. Luego. 

Una luz se hace presente y entre lágrimas el la ve a ella y con todo su amor se abrazan y entre llantos y lágrimas se unen en un beso eterno para que llama jamas se apague.