Y así era, la leche a domicilio, con el cántaro
a cuesta, de puerta en puerta, mañana y tarde
trabajo tenia, pero había que venderla
y a la gente favor que se le hacia...
Un poco aguada, si que estaba, era para
que no engordára la gente, y por el colesterol
se vendía el agua y la leche, a la vez
era el lechero de siempre, de toda la vida
llenaba la medida inclinada para que no rebosara
a mi madre esto no la convecía, la media
y vaya si faltaba, y se lo decía ¡ Ponme derecha la medida !
¡ Y sino le cojo a otro la leche !
¿ Era mala leche ? ¿ No ! la vaca que culpa tenia
ella no la repartía,bueno, a veces si que lo hacía
si la llevaban a la puerta de la casa
así estaba mucho mas fresca, y esta se vigilaba
mas de cerca, el agua para la vaca...
La picaresca, ha sido siempre un arte...
Tambíen se iba a casa de la lechera
con la lechera en la mano a por la leche
entonces era todo a granel, hasta el agua
el método era el mismo que de casa en casa
lo único, es que había que mover los pies...
La leche había que cocerla bien, hasta que subía
tardaba en subir, del agua que tenía, pero subía
en cuanto te descuidabas, desnatáda no la había
ya venía bien desnatáda, por lo menos al café
le quitaba el color, no sé si alimentaba...
el lechero y la leche ya son historia, por eso
yo hoy me bebo un vaso en su memoria...