¡Poltergeis o inhala tachas!
...
Yo no pedí tener la maldición,
los trastos hoy se caen de la nada,
las puertas ellos cierran ¡Dios qué pánico!...
la luz se vá y no dónde mi vecina.
.
Lúgubres sombras negras a mi acosan,
escucho los chillidos de ese hombre
que a mí, me hacen temblar... también me hieren;
corro a mi habitación, ¿cómo esconderme?
.
Esas sombras me buscan y no hay calma,
¡Dios mío me trituran, me golpean!,
me cubro con la manta pero gritan:
- vamos a devorarte hasta los huesos.
.
Grito desesperado, estoy en medio
de la infesta emoción de una pelea.
La asistenta acudió presta al llamado;
con la Biblia, la Cruz, y el fiel rosario.
.
Pero nunca ve nada la asistenta
sólo los trastos rotos por el suelo,
nada para creer lo que le afirma
el jefe y piensa \"acaso inhala tachas\"
...
Un beso y una flor.
Alfredo Daniel Lopez.