Alberto Escobar

Destino

 

 

Nemini Parco.

 

 

No creo en el destino, o sí, no sé.
Cuando nacemos somos cada cual
una misma posibilidad.

Todos salimos de un pasillo oscuro
para colocarnos en la misma línea
de salida, con la misma mejor marca
en un palmarés inexistente.

Todos salimos de un mismo torno de
alfarero, o si quieres, de una misma
forja que nos guarnece de la misma
carne y las mismas venas, la misma
sangre aunque quizá con distintos
colores: azul, roja, blanca, negra...

Todos salimos a la intemperie con la
misma ilusión, que suele convertirse
en desilusión con el paso del tiempo.

Todos salimos de un mismo punto y 
seguido, pasamos a recorrer cada
sujeto, cada verbo, cada complemento,
hasta converger en el siguiente punto
y seguido, que, tarde o temprano, se
convierte en punto y final, donde al fin,
sea tu sangre roja, azul, verde, blanca o
negra, será la última posta de cada uno
de los viajes que ilustran las vidas de la
humanidad.

Todos salimos de la misma madeja, del
mismo hilo, porque las tijeras de la 
Parca tiene el filo preciso solo para ese 
hilo, por eso no podemos engordar ese 
hilo por mucho que comamos, engordará 
en todo caso la madeja, tendremos más  
hilo, más alimento para la Parca.

Hambrienta.

 

Todo esto nos ocurre por que nos dijo
la muerte que NO PERDONA A NADIE...