Ángel Plaza Simón

La Palabra

Bordeamos abismos de silencio y sobrevivimos a explosiones de incomprensión. La soledad perforó cada átomo de nuestra alma y el desánimo se clavó como un estilete en el corazón...

Pero no permitimos que se posara la herrumbre en nuestros labios... Dejamos la puerta del verbo abierta y la palabra nos sanó...