Yo, magnánimo, inocente, sin autoestima, sin seguridad y muy triste, la conocía a ella, promiscua divertida, alegre, efímera y hermosa como ninguna, la conocí en una noche de tantas en mi vida, me ofreció todo lo que ninguna mujere me había ofrecido.
Me enamore de ella, pero ella no era para mi, quise cambiarla pero todo intento fue superfluo, su carácter era fuerte y estaba convencida de su idiosincrasia, duro poco esa sensación de amor, pero por esos días era el hombre mas feliz sobre la tierra.
Me enamore de una quimera, que se marcho con otro hombre, y luego con otro y con otros mas, ella no es mujer de un solo hombre y eso nunca lo pude cambiar, para ella fui uno de entre tantos y para mi ella lo fue todo.