clonariel

DECLARACIÓN AL AMANTE


Paraíso de luz atraviesa tu cuerpo,
hondas llanuras te pueblan la vista.
¡Ven al turbio sosiego de mi alma
que el tentáculo del amor nos apresa!
Los besos son centellas y en tu abrazo
siento la montaña del porvenir.

 

Tus brazos algunas veces fueron niebla,
andaba yo buscándolos vanamente,
iba y venía errante, en mi frente la luna
y la mañana en la idea. De a poco comprendí
que estabas cerca mío,
que alargabas tu amor en el presentimiento.

 

¡No te evadas de nuevo! ¡Que mis horas
serán palomas y lápida mi lamento!
Permite que el amor nos pueble,
que vaya en nosotros erigiendo el súbito
azar en el misterio. El tiempo bruñirá
nuestros pesares.

 

Deja que yo sea hierba donde reposes,
deja que para ti sea penumbra en el estío
y claridad en la tormenta. Seré las manos
del viento que regresan de la distancia
con la novedad de las montañas
y el rumor de los montes, la luz de la arena.