Andrea González

LA CUESTIÓN ES AMAR

Decirlo todo sin decir nada:

al mirarse a los ojos

al no ver más allá

al brillar las pupilas

en la oscuridad.

Y entonces pensar:

¡No quiero verte marchar!

Hay química,

hay conexión,

pero sobre todo

hay amor y un gran corazón.

 

Demostrarlo todo sin una palabra:

al abrirse de brazos

para evitar el rechazo

y buscar un abrazo 

limpio, leal

lleno de compasión y fidelidad

al acudir a la ayuda

sin necesidad de esperar órdenes

sino por propia voluntad.

Al admirar en silencio los gestos

y sonreír descaradamente

y mirarse a los ojos

y ruborizarse

¡Qué importa!

Tú ya has hecho suficiente

demostrándomelo valientemente.