Esteban Mario Couceyro

Papeles, en el cajón cerrado.

Estoy viendo los poemas

escritos como una confesión

ineludible realidad del amor

nacido hace un tiempo.

 

Los papeles amarillentos

acunan las palabras de negras letras

que leo como si fuesen de otro

celoso de tu recuerdo.

 

Son borrosas, no las comprendo

recorriendo el cuello

dejando susurros

y besos peregrinos de un altar.

 

Son hojas, abandonadas

solas de oportunidad

que ni yo mismo

reconozco mías.

 

Tu cuerpo, desprevenido en el sueño

deja transitar mi mano

la respiración se acompasa

en tu lento suspiro.

 

Cada palabra escrita

son las primeras gotas

de la tormenta previsible

iniciado de vientos y labios.

 

Hasta que todo se hace uno

en un temporal

desbastador y potente

la naturaleza termina en calma.

 

Sí recuerdo haberlo escrito

como si fuese respirar

y con los ojos cansados

guardo los papeles, en el cajón cerrado.