Francisco Castro Guerra

Viento cambiante

Un ancho y gris sombrero
frente a mis ojos se cierne,
el húmedo Eúros que viene
huele a domingo de enero.

 

Qué bien sienta esta lluvia
después de un horno de tardes
con el sudor tallando carnes
labrando surcos con gubia.

 

Impetuoso y párvulo verano
quieres ser adulto pronto
sin que te cojan de la mano.

 

Por eso el cambiante viento
se lleva el calor temprano
mojando el tejado sediento.

 

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