Invasivo,
Tu nombre se vuelve invasivo en las tardes de Agosto,
Cuando el chaparral baña mis laminas como piedras en el fondo del río,
En tu nombre yacen mis lamentos, como penas de pocuyo en madrugada,
Como un pirata en su barco atacando al mío que va galopante a vapor,
Así se ancla tu recuerdo en mis bastiones y senderos de una vida inocua,
Tu voz sonaba a un pájaro aventurero que danzaba entre ramas de árboles grises,
Rebotando entre hojas que nunca mueren aunque sea otoño giratorio,
Es una sed viciosa el veneno de tu nombre, un fantasmagórico recuerdo a añil,
Tu sombría mirada de espada atravesando las cortinas de mi cuarto,
Es un hambre insaciable lo que me acuña a ti, una adicción hedonista,
A tu manjar de bajos labios rosa.