Gerardo Barbera

EL PUERTO

 

El amor es un rostro,

un milagro,

temblor en el aire,

lágrimas ausentes

entre las voces de la Madre.

Caminar como antes,

sin paredes,

sin tristezas,

como las aguas,

las olas

y ese sabor tan azul,

que se pierde

en el tiempo. 

 

La vida es un milagro,

una flor que se despide,

los rosales,

el patio,

mis fantasmas,

como lluvias lejanas

que se lleva el viento.

¡Adiós, para siempre

A la Casa Grande!

Estaremos bien,

Ella , el Hermano,

La Madre…,

estaremos bien,

todo es cuestión de tiempo.

 

 

Las sobras en la memoria,

sin aromas,

ni retratos,

la soledad en la piel.

La alegría en el cielo,

Infinitas luces

que cruzan

el umbral

de los mares.

¡Voces y horizontes!

Un vestido nuevo,

Amigas, amigos,

regalos especiales.

Anuncios de  colores

transparentes,

el puerto le llama,

se irá lo sé,

hacia nuevos mares,

mi Hija partirá,

y me alegro,

aunque me parta el alma.